Revista Voces cierra un ciclo editorial.
David Canela Piña. .....TOMADO DE CUBANET.
LA HABANA, Cuba.- El pasado viernes se presentó en La Habana el número
21 de la revista Voces. Con este número termina un ciclo editorial de
la revista, ya que sus fundadores, Yoani Sánchez y Reinaldo Escobar,
anunciaron que iban a ocuparse de un nuevo proyecto, un periódico
digital, hecho desde Cuba. Voces ya puede irse -quizás por un tiempo,
o para siempre-, pues como dijo Sánchez, jocosamente, el 21 marca la
mayoría de edad en muchos países.
La revista comienza con un "pasatiempo" deportivo, que ofrece tres
noticias sobre la actualidad del fútbol cubano, y lo invita a
descifrar cuáles son verdaderas y cuáles no, con buena dosis de humor
y de ficción.
En "Bovary", Raúl Flores identifica a la "literatura nacional
(¿nacionalista?)", con la heroína de Flaubert, la cual se suicida por
los conflictos de un provincianismo, que convierte el aislamiento en
virtud, y el ideocentrismo en fortaleza. La "literatura popular" y
"comprometida" es una vieja letanía, que usan las instituciones del
Estado para discriminar libros y autores, y jugar en terreno seguro.
Afuera queda todo lo incómodo: la diáspora, lo nuevo, lo sospechoso.
El cuento de Eduardo Frías Etayo, "El castillo es un edificio", nos
recuerda que la fantasía puede ser la visión más amplia de lo real, y
un concepto no abarca todas las figuras de un símbolo, sobre todo si
es infantil.
Daniel Díaz Mantilla se recuesta junto al pedestal de Roberto Bolaño
para contarnos sobre las trampas de esa "fascinación" intelectual, que
suele colocar a los espíritus rebeldes en esos nichos de la academia,
y así, al consagrarlos, los desnaturaliza. En verdad, no quiere
escribir "contra Bolaño", sino "ponerlo en perspectiva", ahora que,
después de muerto, empieza a verse como una "vaca sagrada". Sus
reflexiones pudieran ser el esquema general o el prólogo de un ensayo
mayor, que aborde más la humanidad de ese escritor.
"Amanece en la catedral" evoca la visita de una pareja a la Catedral
de La Habana. La plaza vacía parece el marco de una historia de amor
en ciernes, o el inicio de un fatal desencuentro. Azucena Plasencia
dibuja sólo una estampa, como una postal antigua, con dedicatoria
legible al dorso.
A continuación, se presenta un dossier sobre el grupo de intelectuales
que estuvieron vinculados a la revista Orígenes. Pablo de Cuba
pretende mostrar que la poética de Lorenzo García Vega fue la menos
origenista de todas, y que en sus libros Los años de Orígenes y El
oficio de perder, el poeta exiliado, de tendencia "minimalista",
construyó un laberinto para exorcizar el fantasma de su maestro,
Lezama Lima.
Luego se incluyen varios poemas. Y si Fina García Marruz canta la
renovación de la fe cristiana, en los albores de un año nuevo ("Mañana
de enero"), Eliseo Diego cree que la luna contempla a veces "El
horror" del mundo. Y en su lira, Justo Rodríguez Santos busca reunirse
con un alma "inmaculada", "En los brazos azules de la muerte".
De Lezama aparece el quinto de los "Sonetos a Muchkine", y de Virgilio
Piñera su "Tesis del gabinete azul". Prosigue la galería de poetas:
Ángel Gastelu ("Soneto"), CintioVitier ("Arte poética"), Gastón
Baquero, con un fragmento de "Canta la alondra en las puertas del
cielo", Octavio Smith ("Elegía cuarta"), y por último, Lorenzo García
Vega ("Ángeles empañados").
De vuelta a la prosa, contrasta el optimismo de AleagaPesant, quien,
echando a volar su agenda ideal de transición política, vaticina que
"el año 2020 será de alta inestabilidad social en Cuba", con el cuento
de Barrenechea, "Una larga vida con sentido", donde un viejo jubilado
sólo puede esperar del futuro que su miseria fluya a través de una
rutina, quea veces alivien los recuerdos.
En su crónica del "Des-concierto", Regina Coyula actualiza la
disyuntiva que han debido enfrentar los artistas cubanos durante los
últimos años: el yugo o la estrella, como dijera Martí.
Esta vez, continúa la serie de Crónicas Pink, de Nonardo Perea. Si la
anterior (del número 19) abordó el tema de los sueños, ésta centra su
atención en las "Fobias", y sobre todo en una, "la fobia de la
imposibilidad", que conduce a la frustración, y puede derivar en otra,
más general: "la futurofobia".
Cerrando casi la revista, se ubican los testimonios de dos cubanos,
que publicaron en Voces, y ahora viven fuera: Alfredo Fernández, y
Orlando Luis Pardo. Fernández, quien reside en Ecuador, se pregunta,
viendo a los cubanos que trabajan en esa nación, si "¿Puede una isla
perseguir a sus habitantes?", al punto que deban cargarla como una
cruz, o si es posible escapar de ella, cortando poco a poco esa
"maldita sombra isleña", que le "atraviesa los sueños".
Desde otro horizonte, Pardo Lazo cuenta sus aventuras y nuevas
percepciones a través de los Estados Unidos. Parece un niño,
descubriendo la grandeza del mundo, o un loco lúcido, que lleva sus
memorias a cuestas. Afirma que no extraña "ni un poco a Cuba", y a la
vez, descubre que su Cuba se proyecta donde quiera que va.
K.S.Ll. narra las experiencias de una adolescente, que recién llegada
a los Estados Unidos, les escribe un e-mail a sus amigas (las que dejó
en su país de origen), para contarle su "1er. día de college".
"Una vez más el absurdo. Otra vez el perdón", relata un pequeño
despertar de la consciencia, una vez que Luis Pérez de Castro,
defraudado ante la imposibilidad de conciliar la realidad de una
tienda en CUC y el discurso político de Marino Murillo, invoca el
perdón.
También se reproduce una carta de agosto de 1994 -titulada aquí, por
su contenido implícito, "Carta del desespero"-, que fue escrita por
una mujer de La Habana al Cónsul de México en Cuba, a fin de que le
ayudase a encontrar una rama perdida de su familia, que vive
supuestamente en Yucatán, y así emigrar con toda su familia hacia el
país azteca. Se adjunta la respuesta del Cónsul.
Por último, Voces 21 se despide con cuatro poemas de Juan Carlos
Flores, que pertenecen a su poemario Vegas Town.
miércoles, 12 de febrero de 2014
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