MADRID. AGENCIAS.
De la 'Primavera Negra' al verano de la esperanza. De la prisión a la libertad, aunque en el exilio. Siete de los 72 presos de conciencia cubanos encarcelados en 2003, acusados de traición por el Gobierno de Fidel Castro, aterrizaron en el aeropuerto de Barajas. Llegaron cargados de ilusiones e incertidumbres, pero sin perder un ápice de su anhelo por lograr nuevos pasos «hacia el cambio» en su país, que debe empezar con la «libertad» para todos los cubanos. Así lo explicó Julio Cesar Gálvez, uno de los liberados en nombre del resto de sus compañeros Omar Ruiz Hernández, Antonio Vilarreal Acosta, José Luis García Paneque, Ricardo González Alfonso y Lester González Pentón, en una multitudinaria rueda de prensa en la que afirmaron que su expatriación es sólo una «continuación de su lucha».
Este grupo, que inició su periplo en compañía de sus familiares más directos, ha vivido 72 horas frenéticas. El lunes abandonaron el presidio donde han pasado siete años recluidos y fueron trasladados hasta el aeropuerto, donde funcionarios del Consulado de España expidieron la documentación necesaria para poder ingresar con todos los requisitos cumplidos en territorio español. Una liberación que se produjo a raíz de las negociaciones emprendidas por la Iglesia cubana y respaldadas por Miguel Ángel Moratinos. El ministro de Asuntos Exteriores anunció que hoy llegarán otros cuatro presos y sus familias. Moratinos tiene la promesa del presidente Raúl Castro de que en próximas fechas se completará la excarcelación del resto de presos de conciencia y no sólo los del 'Grupo de los 72'. «Ése es el compromiso del Gobierno cubano», apostilló. Reconoció, en una comparecencia en el Congreso que, no obstante, es difícil cuantificar el número exacto de este colectivo que algunas organizaciones humanitarias sitúan en más de 170.
El contingente hizo una mención especial al «martirologio de Orlando Zapata -fallecido tras ayunar 86 días en prisión- , la demanda de Guillermo Fariñas por 135 días de huelga de hambre» y la fe y la resistencia inquebrantable de las Damas de Blanco y el exilio cubano». Los presos cubanos desterrados contarán con ayuda económica del Gobierno español y de tres ONG, Cruz Roja, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado y Accem, para poder establecerse en nuestro país. Recibirán 700 euros al mes de ayuda para vivienda y hasta que la encuentren vivirán en centros de acogida con 50 euros mensuales que serán aportados para Cruz Roja.
El secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, que compareció junto a los liberados, indicó que se pretende «facilitar su plena integración en la sociedad española». No todos podrán quedarse en Madrid. Sí pasarán dos o tres días en un hostal de la capital y luego serán trasladados provisionalmente a centros de acogida de la Cruz Roja en distintos puntos de España. Una vez encauzada su estancia, se les proporcionará ayudas para los gastos de alquiler y manutención. Tanto los excarcelados como sus familiares podrán obtener el permiso de trabajo y residencia en España.
2 comentarios:
Como decimos en Cuba, el papel lo aguanta todo. Una cosa es lo que pueden decir las autoridade españolas y otra muy diferente la realidad:
Aquí el testimonio de otro ex preso político previamente desterrado en España.
http://networkedblogs.com/5MQNd
Acá el comienzo de la nueva vida de los nuevos desterrados..
http://networkedblogs.com/5O4MP
Viva Cuba Libre! Vivan nuestros martires, que son muchos! viva Orlando Zapata, farinas, Oscar D. Bicet.
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