viernes, 9 de julio de 2010

¿El fin de las Damas de Blanco?

Por: Gustavo Pardo Valdés.

LA HABANA, Cuba, julio, www.cubanet.org -El movimiento femenino conocido como Damas de Blanco ha dejado una huella muy profunda en la historia reciente de Cuba.

Esta agrupación de mujeres, no tiene una estructura definida, aunque si están muy bien organizadas; ni un programa determinado, que la enmarque dentro de alguna de las corrientes prevalecientes en el ámbito político cubano actual.

Carecen de funcionarias electas o nombradas, aunque cuentan con un liderazgo muy bien establecido.

La Sra. Laura Inés Pollàn Toledo ha logrado el reconocimiento nacional e internacional como la guía y vocera indiscutible de este grupo; lo cual no es óbice para que los acuerdos y decisiones que afecten al grupo, sean tomados por votación democrática, en asambleas, ordinarias o extraordinarias efectuadas al efecto.

Precisamente, estas características han sido las que distinguen a las Damas de Blanco como una organización no partidista, eminentemente civilista y abierta a todas las corrientes del pensamiento religioso-político-social que sustentan las distintas organizaciones de la emergente sociedad civil cubana, brindando a todas ellas su apoyo, solidaridad y colaboración, siempre que ello ha sido necesario.

Por lo general, a las Damas de Blanco se les identificaba con los familiares femeninos de los presos del llamado Grupo de los 75, independientemente de que algunas de ellas jamás han participado en ninguna de las actividades que este movimiento ha llevado a efecto durante los siete años de su azarosa existencia.

Esta situación fue hábilmente aprovechada por los oficiales de la Seguridad del Estado para ir debilitando a las Damas de Blanco, mediante la ejecución de una combinación de actos violentos, con la aplicación de medidas mañosas; tales como la liberación de ciertos presos de este grupo, residentes en La Habana.

Como resultado de lo anterior, las marchas y actividades de las “Damas”, se vieron ostensiblemente reducidas, llegando a producirse en ocasiones marchas en las cuales apenas participaban siete u ocho de estas heroicas mujeres.

Esta situación se revirtió con la incorporación al grupo inicial, de las llamadas Damas de Apoyo, quienes con igual valor y sin tener familiares presos, han sufrido y resistido las medidas represivas que las autoridades han ejercido sobre las Damas de Blanco.

Recientemente se ha conocido que, como resultado del dialogo que desde hace algún tiempo llevan a cabo la jerarquía católica con el gobierno de Cuba, éste último ha accedido a liberar a todos los presos del Grupo de los 75, con la presumible condición, de que ellos emigren de la Isla.

Si esto resulta cierto, y las Damas de Blanco son exclusivamente las mujeres familiares de los presos de este grupo, entonces, ¿se puede considerar que cuando el último de los presos de “los 75” sea excarcelado, dicha organización desaparezca?

Es poco probable que ello suceda, porque Laura Pollàn es una mujer de reconocida inteligencia y visión de futuro. Además, cientos de presos políticos aun se hallan  las cárceles del régimen cubano.

Las Damas de Apoyo tienen aun mucho trabajo que hacer.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si se viene a ver y los presos son liberados, las Damas de Blanco obtuvieron lo que exigían.
Ahora, quedan todavía 110 presos de conciencia reconocidos y 11 millones de cubanos sufriendo la dictadura castrista. Por eso, de continuar o no sus marchas es decisión de ellas.
Como quiera que sea, ya son heroinas que han pasado a la historia.

Maria C. dijo...

Son unas heroinas de altura, siempre dignas, siempre presentes.
Siempre seran recordadas.
Ojala sigan unidas por la liberacion de los 11 millones de cubanos aun presosen la Isla teniendo que mendigar un permiso de salida para visitar un familiar preso en el extranjero.