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Roberto de Jesús Guerra Pérez es director del Centro de Información
Hablemos Press (CIHP). Esta agencia de noticias alternativa funciona
en Cuba desde hace más de un año en una condiciones de precariedad
extrema. El testimonio de su director, Roberto de Jesús Guerra, que ha
respondido muy amablemente a nuestras preguntas, es de transcendental
valor para conocer los peligros a los que se enfrentan todas las
personas que intentan ejercer en Cuba cualquier trabajo periodístico
fuera del ámbito de los medios oficiales y únicos.
El repertorio de informaciones de la agencia que dirige Guerra incluye
todo aquello que es ocultado por Granma, Juventud Rebelde y
Cubavisión, los brazos ejecutores del monopolio de la información que
ejerce el régimen castrista. Al mismo tiempo, el esfuerzo de los siete
colaboradores que tiene la agencia permite difundir al exterior hechos
y situaciones que tampoco los corresponsales extranjeros establecidos
de la Isla cubren debido a que su visado está condicionado a entrar en
el juego de ocultaciones que establece la dictadura.
Por este trabajo los periodistas de Hablemos Press se enfrentan a
actos de repudio, amenazas de muerte, golpizas, campañas de
descrédito, deportaciones a sus municipios de origen si residen en La
Habana, arrestos arbitrarios y penas de cárcel. Asimismo, el hecho de
que no existe una separación de poderes real en Cuba, las denuncias
que ha interpuesto Guerra Pérez ante la Fiscalía de la República de
Cuba y las quejas ante la Asamblea Nacional no tienen ningún tipo de
respuesta ni efecto. Éstas dos instituciones son también "régimen"
como lo es la policía que los reprime, la Seguridad del Estado que los
persigue y moviliza las turbas que se encargan de realizar los actos
de repudio contra ellos y cometer todo tipo de atropellos para que la
verdad de la Isla no se dé a conocer.
Desde aquí mis felicitaciones por este primer aniversario y el total
apoyo a su labor que, dada las condiciones que impone el castrismo, me
parece más que admirable. No pueden dejar de leer este testimonio.
¿Cuál fue la génesis de Hablemos Press?
En Cuba los medios de comunicación informan a la sociedad y a la
opinión pública lo que les conviene por estar en manos del régimen
castrista todos los medios de información. Por eso el 3 de febrero del
2009 un grupo de siete periodistas independiente y activistas de
derechos humanos coincidimos en un encuentro en la sede hoy de
Hablemos Press y donde radica también la biblioteca independiente
Henry Reeves, dirigida por José Ramón Ávalo Pérez. Ese día, se me
ocurrió fundar Hablemos Press, que era una idea que estuve maquinando
en la prisión Nieve Morejón cuando cumplí mi última condena de 2 años.
Los presentes nos dimos cuenta que estábamos realizando un trabajo que
no tenía un proyecto fijo, base, ni propósito y así fue. También con
el fin de romper la censura del régimen y comunicar al mundo las
informaciones sobre el acontecer nacional y las violaciones de lo
derechos humanos.
¿Cómo se estructuró la agenca? ¿Qué objetivos se fijaron y con qué
efectivos cuentan?
Manter una sede a nivel nacional para recopilar la información.
Preparar corresponsales o colaboradores en todas las provincias y el
municipio especial Isla de la Juventud. Otra parte es que seríamos
dirigidos por un director que se llevó a votación y se me nombró a mí.
Para que entiendan mejor, los reporteros que vivimos en la capital
algunos nos reunimos todas las tardes y otros una vez por semana. No
contamos con ningún efectivo. Los medios de trabajo con los que
realizamos nuestra labor son una vieja computadora, una grabadora
digital y un teléfono fijo.
No faltaran temas sobre los que trabajar pero, ¿en que condiciones se
obtiene la información?
Nuestro principal objetivo es obtener y distribuir información desde
Cuba para Cuba y todo el mundo, por cualquier procedimiento
telefónico, telegráfico, radiotelegráfico, radiofónico, oral y
gráfico, y cuantos medios proporcione la técnica, y abarcar todos los
aspectos de la política, cultura, comercio, finanzas, arte,
literatura, deporte, en fin, cuanto signifique información.
Algunos de los que fundamos la agencia se han retirado o pasado a otra
o siguen independientes por lo que no hemos podido cubrir todos los
espacios antes nombrados. También otros están presos como es el caso
de Enyor Díaz Allen, corresponsal en Guantánamo. Otros no cuentan con
los medios necesarios para comunicarse.
La mayoría de la información la obtenemos por teléfono, grabamos y
trascribimos. Siempre hay alguien de guardia en la sede. Antes de
publicar un hecho o denuncia verificamos al menos con dos fuentes o
personas confiables. Poseemos en una lista de contactos los nombres de
unas 200 personas confiables en todo el país y más de 800 fichas con
foto, nombres, dirección, teléfono y otros datos de opositores,
periodistas, activistas, entre otros. También indagamos con amigos que
no se involucran en política. Otra parte, corresponsales que trabajan
en la calle como Raúl Parada, Calixto Ramón, Antonio Arias, Sandra
Guerra, Carlos Ríos, Leodán Montoya, Alex Eduardo, Leonardo y decenas
de activistas que colaboran.
Las personas que trabajan en el proyecto no son sólo periodistas, ¿qué
mueve a estas personas trabajar para Hablemos Press?
Hay activistas de derechos humanos, opositores y personas del pueblo
que tienen mucho miedo pero colaboran. Los mueve cincuenta años de
abuso al derecho de manifestarse, asociarse y el deber de denunciar
ante el mundo las arbitrariedades que comete el régimen contra la
población.
¿Cuáles son los principales riesgos por trabajar en este tipo de agencia?
Los principales riesgos son en la mayoría de los casos citaciones de
acoso político, amenaza, chantaje, encarcelamiento, deportaciones y el
levantamiento de actas de advertencia en el que le abre expedientes de
peligrosidad social. También los multan, golpean, realizan actos de
repudio y le decomisan los medios de trabajo como son los teléfonos
móviles que los venden las empresas estatales. Oficiales de la policía
nacional en complot con la seguridad nos encarcela levantándo falsas
acusaciones. Incluso las familias son pasto de esta guerra
psicológica.
Para llevar las noticias a Internet ¿disponen de ayuda del exterior?
En estos momentos no contamos con más ayuda que la del Centro de
Internet que se ubica en la Oficina de Intereses de los Estados Unidos
en La Habana que brinda ese servicio gratuito para todo el cubano que
lo desee sin afiliación política, religión o raza. En un principio la
ONG Plantados hasta la Libertad y la Democracia con sede en Miami nos
ayudó con 80 CUC mensuales por 4 meses, pero retiró esa ayuda que con
ella cubríamos los gastos de transporte, llamadas telefónicas y enviar
alguna noticia urgente por los cibercafés, sitios de navegación que
ofrece el Estado, al precio de entre 6 y 10 dólares la hora. No debo
dejar de mencionar la ayuda valiosa de nuestro querido hermano Delfín
Leiva exiliado en Puerto Rico que durante años incluso cuando estuve
preso me auxilió y continúa.
Después de un año funcionando, ¿a cuántos actos represivos se ha
enfrentado: actos de repudio, visitas de la Seguridad del Estado?
En lo personal, actos de repudio me han realizado alrededor de 8,
visitas de oficiales de la seguridad unas 14, citaciones y arrestos
para unidades pasan de 48 entre las que se cuentan los actos de
repudio y las visitas así como dos golpizas en la que me han incautado
dos cámaras fotográficas, memorias flash, dos grabadoras digitales,
bloc de notas, lapiceros y un trípode. El robo de artículos
electrodomésticos y la quema de la casa donde vivía con mi ex esposa.
Un juicio dilatado y amañado por la seguridad por el cual me encuentro
cumpliendo 6 meses de prisión domiciliaria y las amenazas diarias por
teléfono de muerte.
En cuanto a los actos contra nuestros miembros, el arresto y condena
de Enyor Díaz el 3 de mayo del 2009, las detenciones contra Antonio
Arias en Granma así como persecución y separación de su familia, la
golpiza contra Carlos Manuel Hernández Reyes el 11 de junio, el acoso
contra Sandra Guerra y su familia, también contra José Ramón Ávalo, el
arresto arbitrario a Magaly Norvis Otero el 12 de agosto, la
deportación para Camagüey a Calixto Ramón Martínez en tres ocasiones
por declararlo ilegal en la capital, las campañas de descrédito ante
nuestros vecinos…no alcanzaría el tiempo para nombrar otros hechos. Y
aunque he presentado quejas de esto a la Asamblea Nacional y a la
Fiscalía General de la República no he tenido respuesta porque todo
aquí forma parte y es dirigido por el régimen. Así la respuesta ha
sido más represión.
¿Hay muchas personas que se dirijan directamente a la agencia y sus
periodistas para comunicar hechos que quiere denunciar?
Aproximada unas 12 a 15 personas diferentes nos visitan todos los días
o nos llaman para comunicar un hecho o denunciar. También nuestros
corresponsales en la calle o algunos amigos periodistas como José
Alberto Álvarez Bravo, que le pasamos algún caso para que lo visite.
Elizardo Sánchez y Richard Rosselló de la Comisión Cubana de Derechos
humanos nos envían mucha gente para que atendamos sus caso.
¿Cree que el periodismo en Cuba hoy tiene que ser ante todo de
denuncia? ¿Hay posibilidad para algo más?
Para mi el periodismo debe abarcarlo todo, sin restricciones ni
censuras pero el que nosotros realizamos en su mayoría es de denuncias
porque vivimos bajo una dictadura que abusa diariamente del pueblo y
la sociedad civil pro democrática y esa es nuestra línea.
¿Considera que los periodistas de Granma y Juventud Rebelde, incluso
los de Cubavisión, están satisfechos con su trabajo periodístico
sometido al control diario y sistemático?
Eso abría que preguntárselos a ellos. Pero a mi modo de ver las cosas
ellos que en muchas ocasiones tienen la oportunidad de viajar fuera de
Cuba saben que le mienten al pueblo e incluso a sus familias porque
pueden ver la realidad desde fuera aunque aquí el que esté ciego es
porque quiere.
Usted mismo ha estado en la cárcel, ¿qué ha supuesto esa experiencia en su vida?
Para mi la experiencia de la cárcel es algo que, aunque mi familia y
principalmente mi hija Claudia sufrió, disfruto porque pienso que el
que realiza un periodismo de denuncia y violaciones, si no ha estado
allí y vivido en carne propia, no sabe ni tiene noción de la verdadera
violencia, torturas y de los crímenes que cometen los carceleros. Esos
hechos se desconocen por la desinformación de los medios de
información que están en manos del Estado.
Estar en la cárcel en Cuba y vivir diario las golpizas, falta de
medicamentos, alimentos, hacinamiento, lejanía de los familiares,
altas condenas, suicidios, autoagresiones y torturas es algo que mucha
gente no piensa que se viva en las cárceles de esta dictadura que se
nombra "Revolución Cubana".
Desde la edad de 9 años visito las prisiones. Primero ayudando a mi
mamá a llevarle jabas a mi hermano Rolando a la prisión El Típico de
Manzanillo, Las Mangas en Bayamo, San Ramón, Las Muchachas y otras en
Granma por el régimen haberlo condenado a 10 años por tenencia ilegal
de divisa (dólares). Incluso cuenta mi madre que ya desde que yo
estaba en su vientre visité las prisiones en las que ella llevaba
jabas de alimentos a mis dos hermanos mayores Roger y Esmeldo que se
encuentran exiliados en Estados Unidos desde el año 80.
Luego de vivir todas esas experiencias en la cárcel y realizar mis
notas sobre alguna denuncia imagino cómo es la vida allí porque la
viví. Sé lo que es la Chaquira, una técnica que aplican los carceleros
para neutralizar a los reos que consiste en esposarte manos y pies a
la espalda. También qué son las celdas de castigo porque estuve en
ellas, qué es que una docena de guardias te golpeen porque lo hicieron
conmigo y qué es entrar sano a la prisión y salir con 6 o 7
enfermedades como el enfisema pulmonar que me indujeron sin nunca
haber fumado por permanecer 6 meses y días en los calabozos de tortura
del Técnico de Instrucción Policial del Ministerio del Interior
Conocido como 100 y Aldabos en Ciudad de la Habana. Ver como cientos
de presos enfermos padecen de enfermedades estomacales por la mala
alimentación, la falta de agua potable y medicamentos y cómo en su
mayoría estos reos, que son casi todos jóvenes, no ven un futuro sano
para sus vidas. El mundo desconoce que la mayor cantidad de los reos
en Cuba están presos por robar alimentos.
Quisiera darle las gracias a un señor que no me acuerdo su nombre que
fue quien me pidió de favor que abandonara mi lugar de nacimiento,
Cinco Palma en Manzanillo, Granma, por temor a que volviera a caer
preso cuando tenia 16 años de edad después de haber cumplido mi
primera condena de un año y seis meses de trabajo en un campamento de
trabajo forzado. También a mi madre Consuelo Pérez García y Sandra
Guerra, mi hermana. Y, a Dios por darme la oportunidad de conocer todo
el dolor por el que pasan hace 50 años las madres cubanas por tener a
sus hijos o algún familiar presos en las más de 250 prisiones
castristas diseminadas por toda la isla.
Si hasta ahora nos hemos mantenido firmes en nuestra labor de
denunciar es porque nos vemos con el deber de hacerlo.
Orlando Zapata es el ejemplo más vivo de cómo se vive en las cárceles cubanas.
La dirección de la sede de Hablemos Press es Virtudes 509 entre
Perseverancia y Lealtad, apartamento 11, segundo piso, Centro Habana,
Ciudad de La Habana. Teléfono: 867 97 38 o móvil 5 237 72 62
1 comentarios:
muy interesante! animo y valor!
gracias Cubano sol por tu blog!
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